¿Sabías que Dinamarca es uno de los países más felices del mundo? Y esto a pesar de sus largos inviernos y días sombríos. ¿Cuál es la receta?
El secreto está en la palabra "hygge", que se ha extendido por todo el mundo en los últimos años. Un estilo de vida basado en la sencillez y la calma, y sobre todo, en tratar el hogar como un lugar de bienestar.
El estilo hygge va mucho más allá del mobiliario... Pero empieza precisamente aquí. Precisamente por sus largos y fríos inviernos, los europeos del norte pasan mucho tiempo en interiores, transformando viviendas sencillas en acogedores "nidos" donde refugiarse y relajarse. En resumen: el mobiliario de estilo hygge es el primer paso hacia una vida diferente.
¿Te animas a probarlo tú también? Aquí tienes una guía práctica: descubrirás que recrear muebles de estilo hygge no es ni difícil ni caro... ¡Solo se necesita un poco de creatividad!
Aprende a relajarte: una vida al estilo hygge
¿Cómo es una vida al estilo hygge? "Hygge" es una palabra intransferible porque abarca muchas cosas diferentes.
Primero: la alegría de las pequeñas cosas. El estilo de vida hygge es sencillo y no requiere grandes lujos. Por ejemplo, no es necesario reservar mesa en el restaurante más cool para pasar una velada agradable. Incluso invitar a algunos amigos a charlar puede hacer que una semana difícil sea maravillosa (por cierto, abrir tu casa a los amigos es uno de los pilares de la filosofía hygge).
Luego, la lentitud. Claro, tenemos mucho que hacer y, por desgracia, no todos tenemos la oportunidad de bajar el ritmo. Pero siempre podemos intentar encontrar algunos "momentos hygge".
Por ejemplo: ¿tuviste un día ajetreado? Al menos por la noche, cuando por fin termines tus compromisos, espera a encender la tele o a revisar las redes sociales. ¡Ya estamos hiperconectados durante el día! En lugar de eso, hierve agua, prepárate una infusión y elige un libro para leer o un álbum de fotos para hojear. Enciende una vela. Inicia una conversación. En resumen: intenta relajarte de forma sencilla y genuina.
Finalmente, un estilo de vida hygge empieza en casa. Porque "hygge" también significa crear un ambiente tranquilo y confortable, un lugar que irradie calidez, bienestar, paz y tranquilidad.
Aquí podemos ayudarte. Lee la siguiente sección para descubrir cómo recrear una decoración hygge perfecta en casa.
Decoración hygge: qué muebles elegir
Situación 1: Estás renovando tu casa desde cero o tienes la oportunidad de hacer algunos cambios. Y has decidido decorarla al estilo hygge. ¿Por dónde empezar?
Te contamos un secreto: el aspecto más importante de la decoración hygge es la elección de los materiales. La clave: ¡naturalidad!
Usa mucha madera, empezando por el suelo. Decorar tu hogar al estilo hygge siempre empieza con un bonito suelo de parqué claro en roble, fresno, nogal, bambú... Incluso las superficies de los muebles son de madera, sin lacar pero natural, o de piedra.
Las telas juegan un papel crucial en la decoración hygge. Los sofás y sillones están hechos de materiales rugosos, como la lana bouclé, y con cojines y mantas, se transforman en suaves nidos donde acurrucarse. Lo mismo ocurre con las camas, que se recomiendan tapizar con tela. Las alfombras son suaves y de pelo largo, ideales para caminar descalzo; las cortinas conservan la belleza natural del lino.
Los colores también son importantes. Dejando a un lado los tonos brillantes, un hogar hygge es una suave nube de tonos neutros y luminosos como el blanco, el beige, el gris, el gris paloma y el marfil.
No hace falta decir que el estilo de mobiliario más adecuado para decorar un hogar al estilo hygge es el escandinavo. Los muebles de belleza minimalista, que combinan el blanco con tonos de madera natural, amueblan el hogar con discreción. Suelen tener líneas cuadradas, suavizadas con detalles de los años 60, como las patas en ángulo.
¿Y si no puedes darte el lujo de decorar tu casa desde cero? Aquí tienes la opción 2: transforma tu nido en un hogar hygge impecable simplemente cuidando los accesorios.
Cómo tener un hogar hygge sin cambiar la decoración
Hemos visto que un hogar hygge es un ambiente luminoso y confortable que transmite bienestar y tranquilidad. Todo esto es posible incluso sin renovar por completo los muebles. ¡Un hogar de estilo hygge es algo que todos podemos lograr!
La iluminación es crucial. Aprovecha al máximo la luz natural, quizás usando espejos y mucho blanco. ¿Sabías que en los países del norte de Europa nunca se bajan las persianas? ¡Deja que entre el sol!
Para la iluminación artificial, elige una luz suave. Opta por bombillas de color blanco cálido, pero sobre todo, crea puntos luminosos en los rincones de la casa con faroles y guirnaldas de luces. Las lámparas de araña sencillas, como las de techo, son las mejores, mientras que las lámparas de pie de madera de tres patas son ideales como lámparas de pie.
Pero sobre todo, ¡usa muchas velas! Las velas aromáticas son imprescindibles para un hogar de estilo hygge; son económicas y crean un ambiente acogedor al instante.
Luego, los accesorios. Los estampados abstractos y los cuadros monocromáticos con textura en colores neutros son perfectos para las paredes, al igual que los tapices tejidos modernos. Un jarrón grande con un aspecto ligeramente tosco y artesanal añadirá un toque nórdico a cualquier rincón decorado con ramas retorcidas, flores secas o hierba de la pampa.
Incluso si no tienes dinero para comprar muebles nuevos, puedes usar lo que ya tienes para crear rincones de relax. Prueba a colocar un puf junto a un sillón, tapizar un banco bajo la ventana o colocar cojines sobre una alfombra cerca de una bonita lámpara: será tu refugio para leer y desconectar.
Por último, las telas. La parte más fácil y divertida. Un suelo inadecuado se puede cubrir con una preciosa alfombra de piel sintética, que crea al instante un ambiente "hygge" en casa. Una manta de sofá de tela puede transformar por completo un salón. Las suaves mantas de lana y los cojines bordados harán el resto.
Una idea original es guardar una manta extra para invitados en una cesta de mimbre junto al sofá: un detalle típico de cualquier hogar de estilo hygge que se precie, que además fomenta la convivencia y hará que los amigos se sientan como en casa.
Un ejemplo práctico: la cocina estilo hygge
¿Quieres un ejemplo práctico de cómo transformar un hogar "normal" en un hogar hygge aprovechando los muebles que ya tienes?
Es fácil en el dormitorio y el salón: como hemos visto, los cojines y las mantas pueden ser de gran ayuda. Pero ¿qué pasa con estancias como la cocina? ¡Descubramos cómo amueblar una cocina estilo hygge: muebles, accesorios y un poco de bricolaje!
En primer lugar, los colores. El blanco y la madera natural son siempre la opción ideal. Si nuestros armarios no son así y no podemos cambiarlos, siempre podemos lijarlos y pintarlos. Los azulejos, si no nos gustan, también se pueden pintar o cubrir con pegatinas especiales. Y si el suelo no es apto, podemos cubrirlo, al menos parcialmente, con alfombrillas de goma con motivos geométricos.
Si tienes estanterías abiertas, ¡genial! Tira los envoltorios de plástico (o, mejor aún, prueba a comprar ingredientes a granel) y coloca las galletas y la harina en frascos de cristal, bien visibles: ayudarán a embellecer tu cocina hygge. Incluso las ollas pequeñas y las tablas de cortar expuestas son muy acordes con la temática: puedes colgarlas en la pared o en un portautensilios de cocina.
El resto lo decidirán los accesorios: un reloj de pared, un mantel de lino, un camino de mesa decorativo... las posibilidades son infinitas. Si tienes bancos de madera, prueba a decorarlos con pequeñas estolas de piel sintética, como se hace en la montaña. También puedes crear tú mismo un centro de mesa rústico con trozos de troncos, frascos de cristal, flores secas y velas. Y verás qué ambiente tan maravilloso crearás.
En resumen: lograr un estilo hygge, tanto en tu decoración como en tu vida, no es tan difícil. Solo recuerda los principios clave: simplicidad, calma y bienestar. Haz de tu hogar un ambiente relajante donde puedas disfrutar de la soledad o invitar a tus seres queridos. ¡Listo! ¡Cuéntanos qué tal te va!
